Con la llegada de la primavera llega el incómodo moqueo, estornudos y picor de ojos. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología clínica, el 20% de la población española sufren algún tipo de alergia que aumenta en primavera y según las previsiones esta cifra va en aumento año tras año.
En los últimos 10 años se ha duplicado el número de personas alérgicas y la visión es la parte del cuerpo que más se resiente de la alergia primaveral, después del sistema respiratorio, pudiendo llegar a producir conjuntivitis severas que puedan llegar a provocar pérdida de la calidad de visión.
Según un estudio publicado en el 2015 la conjuntivitis alérgica está presente entre el 6 y el 30% de la población y hasta un 30% en niños (sola o asociado a rinitis alérgica).
Para detectar a tiempo los problemas oculares derivados de la alergia primaveral es muy importante prestar atención a los síntomas que pueden aparecer, como enrojecimiento, picor, ardor, fotofobia o lagrimeo en mayor o menor severidad.
La mayoría de personas que padece alergia primaveral tiene síntomas leves, sin embargo un porcentaje de pacientes afectados presenta síntomas más severos que además de padecer conjuntivitis alérgica presentan rinitis alérgica afectando al sistema respiratorio también. Tan sólo en lo casos de alergia más severa los pacientes pueden llegar a presentar pérdida de calidad de la visión, algo que se produce fundamentalmente por acumulación de lágrimas que provoca sensación de borrosidad. Estos síntomas suelen ser pasajeros pero si persisten hay que consultar al optico optometrista, ya que hay un tipo de conjuntivitis más severa que es la queratoconjuntivitis vernal que además de los síntomas anteriores también aparece afectación de córnea.
Conjuntivitis alérgica y uso de lentes de contacto
Si la persona que padece la alergia es usuaria de lentes de contacto debe acudir al óptico optometrista ya que, aunque la lente de contacto no es la que provoca la alergia, si es posible que se cree una incomodidad e incluso intolerancia a la lente de contacto en esta época. En estos casos hay que tener una serie de cuidados:
– la reducción de horas de uso de la lente de contacto o incluso eliminar el uso de ésta durante la época en la que se padece la conjuntivitis.
– Aumentar la higiene de los ojos, limpiando adecuadamente los ojos (con sueros o con baños oculares preparados, …) e hidratando con lágrimas artificiales.
– Plantearse cambiar a lente de contacto desechable mientras persistan los síntomas evitando usar líquidos de mantenimiento, pudiendo volver al uso de la lente de contacto habitual cuando desaparezca la conjuntivitis.
Uso de ordenadores o pantallas digitales
El uso continuo de ordenadores o pantallas digitales en casos de conjuntivitis alérgica provoca un síntoma añadido a los anteriores, sequedad ocular, ya que durante el uso del ordenador el porcentaje de parpadeo es menos y la aparición de parpadeos incompletos no ayudan a mejorar los síntomas de picor o enrojecimiento de los ojos.
Por otro lado, el uso continuo de pantallas que emiten mucha luz como tablets, teléfonos móviles o pantallas de ordenadores provocan un aumento de la fotofobia.
Prevención y Tratamiento
Para prevenir la aparición de la alergia lo ideal es evitar el contacto con el alérgeno, sin embargo a veces no es posible, cuando el alérgeno son los ácaros o el polen, por ejemplo, esto es más complicado, en estos casos se recomienda el uso de gafas grandes de sol cuando se sale a la calle para que cubran bien los ojos.
En el momento que pican los ojos hay que evitar rascarse ( para evitar úlceras en la córnea) y lavar bien los ojos (con sueros o baños oculares preparados para ello) para eliminar moléculas del alérgeno residuales que puedan estar en la lágrima.
Si con uso de baños oculares, lágrimas artificiales y uso de gafas de sol los síntomas persisten hay que recurrir a fármacos antihistamínicos o antiinflamatorios (que debe recomendar un médico especialista).
Es muy importante detectar a tiempo cualquier problema visual para poder solucionarlo de la forma más sencilla y eficaz posible, por ello es muy importante acudir al óptico optometrista para revisiones periódicas o ante la aparición de cualquier posible síntoma.