¿CONOCES LA OPCIÓN IDEAL PARA TI?
La pérdida auditiva es mucho más que no escuchar bien, es la disminución de uno de los sentidos más importantes para la calidad de vida de una persona. La audición es esencial para las relaciones sociales, la capacidad de atención y el disfrute en general de los productos audiovisuales.
Además, no se trata de una afección que solo ocurre a causa de la edad, sino un problema que puede afectar a todo tipo de problemas, con causas diversas. Por eso, es importante conocer en profundidad los motivos detrás de su aparición, así como las opciones que cada persona tiene para potenciar su calidad de vida y abordar este desafío de forma efectiva.
La misma puede darse en el oído medio, conocida como transmisiva, en el oído externo, conocida como neurosensorial, o una combinación de ambas, conocida como mixta. En cualquiera de estos casos, los audífonos son una solución posible para mejorar la condición y aumentar el bienestar del paciente.
Una de las causas más comunes de esta afección es la edad y el envejecimiento del sistema auditivo en el organismo. Las estructuras internas del oído se ven deterioradas con el paso de los años y la falta de cuidados. Sin embargo, esta no es la única causa.
La exposición a ruidos fuertes de manera prolongada, reiterada o continua es uno de los mayores riesgos para el buen desempeño del oído. Los receptores son delicados y su resistencia es limitada.
En promedio, un oído sano puede tolerar hasta 70 dB; entre 80 y 95 dB, como pueden ser los ruidos de artefactos domésticos, comienza el riesgo de daño permanente. Un reproductor de música en volumen alto o el despegue de un avión, pueden ir de 100 a 120 dB, con efectos graves e irreversibles.
Otras formas de pérdida auditiva pueden estar ligadas a un componente genético, al uso desmedido de medicamentos con efectos nocivos para la audición, o a enfermedades particulares que afectan la audición, como infecciones, lesiones, otitis, entre otras.