El deporte se ha convertido en un verdadero fenómeno social, a la vez que aumenta la concienciación de la población por la necesidad de combatir el estrés de la vida moderna.
La visión juega un factor importante en el deporte, Los expertos consideran que más del 85% de la información sensorial que recibimos es de origen visual, y que la mayor parte de las respuestas en el deporte son una réplica a estímulos visuales originados en el juego.
La agudeza visual no es el único factor que interviene en la mayor o menor competitividad de un deportista. También existen otros factores en la vista que son de gran importancia y permiten al deportista percibir más información de su entorno. Dos aspectos que hay que tener en cuenta son los movimientos sacádicos, que son los que realiza el ojo para fijarse en cada uno de los objetos que se encuentran en su campo de observación, y la visión periférica.
Visión central: Los conos en la fovea producen una imagen nítida, permitiendo ver todos los detalles de la misma.
Visión periférica: Capacidad necesaria para poder detectar y responder a estímulos visuales ubicados en áreas del campo visual alrededor del punto donde se fija la mirada. Permite por ejemplo, al jugador de baloncesto, mirar la canasta al desplazarse botando la pelota mientras controla la posición de los otros jugadores.
Para explicarlo de manera sencilla, es la “visión lateral”, si nosotros miramos hacia delante y enfocamos un objeto (visión central), además del objeto en cuestión estamos viendo más cosas hacia derecha e izquierda, arriba y abajo (visión periférica). Lo que “Vemos sin mirar”.
El deportista utiliza la visión periférica mucho más que una persona normal. Un no deportista sólo la utiliza como sistema de alarma ante una situación que sucede en los costados; recibe la alarma, gira la cabeza y fija la visión central en el peligro. Por el contrario, un deportista no se puede permitir ese lujo, por lo que su visión periférica debe ser lo suficientemente fiable como para dar la información que comience a desencadenar el estímulo.
«El deportista debe tener la capacidad de aprender el espacio que le rodea y ser capaz de localizar todos los elementos importantes a su alrededor. En el caso del tenis no sólo debe ser capaz de responder a la pelota, sino de observar al rival para saber dónde hay que mandarla para ser más eficaz».
Los estudios científicos desarrollados en el contexto de la Visión Deportiva permiten establecer las siguientes conclusiones con referencia a las habilidades visuales:
• Los deportistas suelen tener mejores habilidades visuales que la población sedentaria.
• En función de las características y demandas visuales del deporte practicado, se encuentra un mayor desarrollo de distintas habilidades visuales. Por ejemplo, el perfil visual de un tirador de carabina resulta muy diferente al de un jugador de fútbol.
• Dentro de una misma modalidad deportiva, los atletas de mayor nivel suelen gozar de habilidades visuales más desarrolladas con respecto a los de menor nivel de rendimiento.
• La mayor parte de las habilidades visuales implicadas en la práctica deportiva son susceptibles de mejorar con un entrenamiento visual adecuado.
• El entrenamiento y mejora de las habilidades visuales específicas de las diversas modalidades deportivas puede tener transferencia al rendimiento deportivo.
Hay varias técnicas para expandir la visión periférica en MODAVISION realizamos la fototerapia estimulando las zonas periféricas de la retina así conseguimos un campo de visón amplio.
Fototerapia optométrica es la rama de la ciencia ocular que se ocupa del uso de determinadas frecuencias de luz visible a través de los ojos.
Varios estudios clínicos demostraron que durante y después de la fototerapia se mejoraba la visión periférica ampliando el campo visual, las capacidades visuales, la memoria, el rendimiento en general y el logro académico.
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